
Por mucho que lo intentemos no somos seres totalmente racionales, y eso tiene consecuencias importantes
Foro de Foros
Octubre 31, 2024
Nuestra razón tiene limitaciones. Tratamos de ser racionales en todos los ámbitos de nuestra vida porque sabemos que, generalmente, la razón es el camino correcto, pero por mucho que nos esforcemos a lo más que aspiramos es a acercarnos a ella. El prejuicio, la experiencia previa y la emoción nos lo impiden en mayor o menor grado.
Es célebre un experimento que hicieron en 1975 investigadores de la Universidad de Stanford (Estados Unidos). Invitaron a un grupo de estudiantes universitarios a participar en un estudio sobre el suicidio. Se entregó 25 pares de notas a cada participante: de cada par, una nota había sido redactada por un individuo cualquiera y la otra había sido redactada por una persona que posteriormente se había quitado la vida. Se les pidió que distinguieran entre las notas auténticas y las falsas. Algunos acertaron 24 de las 25 notas verdaderas, otros no pasaron de diez. Pero había gato encerrado: los investigadores habían falsificado los aciertos, haciendo creer a algunos participantes que tenían un ojo clínico y a otros que no daban una, cuando en realidad los resultados eran muy parecidos.
Acto seguido se les explicó la treta, se les dijo que los resultados estaban amañados y se les pidió que adivinasen cuántos aciertos creían que habían tenido. Quienes previamente se les había hecho creer que lo habían acertado casi todo, fueron optimistas y lanzaron una cifra muy alta. A quienes se les hizo creer lo contrario, lanzaron una cifra muy baja. Es decir, la impresión de su mucha o poca destreza, aun sabiendo que había sido falseada por los investigadores, perduró de forma totalmente irracional en las mentes de los participantes.
Creemos profundamente que no sabemos hacer algo y cuando nos toca acometer esa tarea, ya sea cocinar, conducir, hablar en público o montar un mueble, lo hacemos desde el prejuicio negativo…
Este resultado puede aplicarse a muchos ámbitos de nuestras vidas. Creemos profundamente que no sabemos hacer algo y cuando nos toca acometer esa tarea, ya sea cocinar, conducir, hablar en público o montar un mueble, lo hacemos desde el prejuicio negativo, sin ser conscientes muchas veces que nuestra destreza es, poco más o menos, parecida a la de cualquier persona. Lo mismo ocurre al contrario: creemos que poseemos buenas habilidades en ciertos desempeños que tal vez no sean tan sobresalientes. Esto tiene un nombre, “ilusión de profundidad explicativa”: asimilamos los conocimientos de otra persona y creemos que por ello nosotros también dominamos esa faceta (vean si no el éxito de los programas de televisión de cocina).
La afirmación de que la gente no puede pensar con claridad absoluta, que tomó fuerza tras experimentos como el de Stanford a mediados de los años setenta, resulta inquietante. Aunque un buen número de experimentos han confirmado (y ampliado) esta conclusión. En El enigma de la razón (2017, edición en inglés), los científicos cognitivos Hugo Mercier y Dan Sperber intentaron responder a esta pregunta. Argumentaron que la razón es un rasgo evolutivo, como el bipedismo o la visión en color. Surgió en las sabanas de África y debe entenderse en ese contexto.
La razón, cuentan Mercier y Sperber, floreció como un rasgo para reforzar nuestras habilidades cooperativas, pues el ser humano dependía entonces (y también ahora) de la cooperación para subsistir y prosperar en un mundo hostil. Así pues, la razón no se desarrolló para permitirnos resolver problemas abstractos y lógicos, ni siquiera para ayudarnos a sacar conclusiones de datos desconocidos, sino para resolver los problemas que plantea la vida en grupos de colaboración.
Sabemos ya que no podemos ser totalmente racionales, pero debemos, más que nunca, acercarnos lo más posible a ello…
El famoso “sesgo de confirmación”, que es la tendencia de la mente de las personas a buscar información que respalde los puntos de vista que ya tienen y a interpretar los hechos de manera que apoyen sus creencias, expectativas o prejuicios, es consecuencia justamente de esa vida cooperativa. Sirve como pegamento social y emocional con nuestro grupo, y eso es mucho más importante evolutivamente que la capacidad de alcanzar la racionalidad más pura.
No obstante, los humanos no somos crédulos al azar, cuentan los investigadores. No nos tragamos cualquier información, por mucho que proceda por los líderes de nuestro grupo social. Ahí justamente entra en juego la razón: nuestra especie la desarrolló para evitar que los demás miembros de nuestro grupo nos traicionasen o se aprovecharan de nosotros. Fue así, y lo sigue siendo más que nunca, una herramienta de autodefensa y una guía para navegar de la mejor forma posible por la vida. Un cometido que se ha vuelto de lo más complicado, pues nuestros antepasados prehistóricos no tenían que enfrentarse a las redes sociales, la inteligencia artificial y las depuradas artes de la desinformación.
Sabemos ya que no podemos ser totalmente racionales, pero debemos, más que nunca, acercarnos lo más posible a ello ahora que vivimos en una sociedad en la que los hechos no parecen importar demasiado y estamos a expensas de las interpretaciones de la realidad que hacen las figuras destacadas de nuestros grupos sociales. Así como nuestros antepasados desarrollaron un sistema para evitar ser abusados denominado raciocinio, hagamos lo posible por preservar ese logro evolutivo y hacerlo valer por encima de todo.
Foro de Foros
Foro de Foros es un foro de pensamiento, debate y aprendizaje intergeneracional. Nuestro principal objetivo es dotar de conocimiento a la sociedad civil siendo puente para el diálogo.

Súmate a Foro de Foros
Descubre todos los beneficios de formar parte de Foro de Foros
Educational Pitch de Foro de Foros
Nuestro principal objetivo es dotar de conocimiento a la sociedad civil siendo puente para el diálogo
¿Quieres aportar a nuestra continua #Conversación?
¡Comparte tu reflexión en Ágora!
Ágora es el espacio de Foro de Foros para compartir, dialogar, aprender y dar continuidad a las conversaciones de FdF. Su objetivo es servir de altavoz a las ideas de los miembros de FdF, donde personas como tú pueden expresar sus inquietudes, ideas y reflexiones.