El miedo (infundado) a que la IA destruya empleo

La posibilidad de que las innovaciones tecnológicas tornen obsoleto nuestro trabajo no es en absoluto un fenómeno nuevo surgido con el auge de la informática y los algoritmos inteligentes. Ya Suetonio contaba cómo el emperador Vespasiano rechazó, por temor a  dejar sin empleo a la plebe, un invento que permitía a los carros de la época cargar mayor cantidad de grano[1]. Siglos más tarde, al albor de la Revolución Industrial, tejedores ingleses quemaban 400  telares mecánicos al ver peligrar sus puestos de trabajo por la introducción de dichas máquinas. Lo que no esperaban es que  tan sólo unas décadas más tarde la demanda de profesionales en el sector textil creciera exponencialmente como consecuencia del nuevo ingenio.

El miedo (infundado) a que la IA destruya empleo

Frente a lo que muchos pronosticaban, la automatización completa de nuestros mercados laborales está aún lejos de materializarse. Acciones como mantener la higiene del hogar, atender un restaurante o negociar un acuerdo simple siguen requiriendo de intervención humana directa. Imagen desarrollada mediante un modelo Stable Diffusion.

El debate sobre el futuro del empleo no ha hecho sino crecer en los últimos años. Y es que desde mediados del siglo XX estamos viendo al auge de mecanismos capaces de rivalizar con el intelecto humano, para muchos el último bastión de lo que significa ser humano: traducción automática que iguala las calidad de las traducciones realizadas por personas[2]; máquinas capaces de tomar decisiones en base a imágenes médicas e historiales clínicos[3, 4];  sistemas imbatibles en un amplio abanico de juegos de estrategia y razonamiento lógico-abstracto[5]; incluso más recientemente, ¡se ha llegado a poner en tela de juicio si la labor del artista estaba en peligro[6]!

 

El discurso acerca de cómo las máquinas coparían el mercado laboral ha sido alimentado de manera continua. Advertía el pasado 2020 el Foro Económico Mundial que para 2025 habrían desaparecido 85 millones de puestos de trabajo debidos de manera más o menos explícita a la automatización de procesos. Igualmente, en su informe sobre Perspectivas de empleo 2017[7], la OCDE estimaba que un 11,7% de los empleos en España  serían probablemente automatizados en los próximos años. Uno de los artículos más citados al respecto pronosticaba que el 47% de la población activa estadounidense quedaría desempleada entre 2010 y 2030[8]. ¡Hasta Bill Gates hablaba  del riesgo para el empleo que supone a sus ojos la IA!

 

Frente a estas perspectivas alarmistas, analistas de McKinsey estimaban en 2017 que la automatización no remplazaría más que al 5% de la fuerza productiva global de cara a la década que viene. Y algo más optimista aún es el Bureau of Labor Statistics en un informe publicado estos días. Los investigadores identificaron 11 gremios profesionales para los cuales se anticipó en 2008 un grave riesgo de quedar obsoletos por la IA, y compararon las predicciones con los datos observados en el intervalo hasta 2018. Al contrario de lo que muchos esperaban, en promedio el número de empleos disponibles en todos ellos creció un 13.9%, siendo especialmente llamativo que los trabajos de traducción e interpretación aumentaran un 49.4%, que servicios de asesoría financiera crecieran un 30.4% y que incluso trabajos manuales de baja cualificación presentaran un 27.5% más de ofertas laborales. Tan sólo dos perfiles experimentaron un leve descenso: servicios de cuidado del hogar y cirujanos no oftalmólogos. Sin embargo, en opinión de los autores del informe los motivos no habría que achacarlos a la aplicación de herramientas de IA sino a otros cambios relacionados con nuevos hábitos de vida.

 

Estos resultados concuerdan con lo encontrado en otros países; en Finlandia, las empresas que invierten en robots y herramientas de automatización inteligentes experimentan un 23% de crecimiento en el empleo[9]; Japón, uno de los países más robotizados del mundo, presenta un aumento de empleos del 0.28% allí donde el uso de robots crecía un 1%[10]; En Francia y Reino Unido se observa la misma correlación, añadido a salarios un 0.23% más altos[11]. En todos los casos, no parece apreciarse un sesgo a favor de trabajadores con niveles educativos más altos, sino que la fuerza laboral ya disponibles se adapta a las nuevas condiciones con mejoras sustanciales en términos de productividad y de competitividad.

 

En resumen, todo apunta a que los futurólogos se concentran más a menudo en la destrucción de empleo que en considerar la posibilidad de que las innovaciones aumenten la demanda, provocando a su vez que se requieran más trabajadores pese a la automatización de las tareas más rutinarias. Por eso es tan importante que eduquemos a nuestra sociedad en las posibilidades reales, así como en el manejo, de estas tecnologías. Una asignatura aún pendiente.

 

Referencias

 

[1]: Suetonio, Vit. Vesp., VIII, 18.

[2]: Bahdanau, D., Cho, K., & Bengio, Y. (2015). Neural Machine Translation by Jointly Learning to Align and Translate. CoRR, abs/1409.0473.

[3]: Wolfe F, et al. The American College of Rheumatology preliminary diagnostic criteria for fibromyalgia and measurement of symptom severity. Arthritis Care & Research, 2010;62(5):600-10

[4]: Radke RJ, et al. Image change detection algorithms: a systematic survey. IEEE Transactions on Image Processing: a publication of the IEEE Signal Processing Society, 2005;14(3):294-307.

[5]: Silver, D., Huang, A., Maddison, C. et al. Mastering the game of Go with deep neural networks and tree search. Nature 529, 484–489 (2016).

[6]: Ramesh, A., Dhariwal, P., Nichol, A., Chu, C., & Chen, M. (2022). Hierarchical Text-Conditional Image Generation with CLIP Latents. ArXiv, abs/2204.06125.

[7]: OECD (2017), OECD Employment Outlook 2017, OECD Publishing, Paris, https://doi.org/10.1787/empl_outlook-2017-en.

[8]: ​​Frey and Osborne, “The future of employment.”

[9]: Hirvonen, Johannes and Stenhammar, Aapo and Tuhkuri, Joonas, New Evidence on the Effect of Technology on Employment and Skill Demand (May 6, 2022).

[10]: Adachi, D, D Kawaguchi, and Y U Saito (2020b), “Robots and Employment: Evidence from Japan, 1978-2017”, Discussion papers 20051, RIETI.

[11]: Aghion, Philippe and Antonin, Celine and Bunel, Simon and Jaravel, Xavier, What are the Labor and Product Market Effects of Automation? New Evidence from France (February 2020). CEPR Discussion Paper No. DP14443.

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