La excelencia conversacional está llegando a Entre Vinos Conversamos (EVC)

La excelencia conversacional está llegando a Entre Vinos Conversamos (EVC).

De nuevo fue una gran #Conversación la que mantuvimos el pasado 28 de Noviembre, 2023, para tratar de entender mejor el problema de la eco ansiedad de los jóvenes.

El grupo de conversadores, como habitualmente ocurre en nuestros encuentros de EVC, resultó suficientemente heterogéneo con miembros muy diferentes en historia, edad y quehaceres actuales. Pero, eso sí, todos compartiendo el gusto por las buenas conversaciones en las que el respeto y la escucha son sagrados y el orden y el hilo conductor en los temas tratados es respetado. En definitiva, todos contribuyendo a elevar nuestra calidad conversacional.

La tarde de tertulia se convirtió en un laboratorio de análisis de las múltiples cuestiones complejas que se dan en nuestra sociedad, que exigen ser miradas desde distintos ángulos. En EVC buscamos siempre una mirada multiángulo sin juicio como punto de partida para comportarnos como simples observadores de los hechos y fenómenos que se producen a nuestro alrededor. Solo desde esa observación aséptica podemos comprender los fenómenos y, desde esa comprensión, ir urdiendo posibles ideas o acciones para la mejora de los asuntos que nos preocupan.

Como en cualquiera de los temas que tratamos, sobre la eco-ansiedad hay opiniones, sentimientos y perspectivas diversos.  Pero puede decirse que fue unánime la opinión respecto de la necesidad de invertir en una buena educación de los jóvenes para afrontar el incierto y cambiante futuro tanto desde la perspectiva personal como la social. Si queremos que nuestra sociedad esté preparada para conversar y tratar las problemáticas asociadas a nuestro progreso, será imprescindible trabajar en la buena educación de los ciudadanos. Y educar bien significa, según el propio criterio de los jóvenes, estructurar nuestra cabeza, aprender a pensar, a hacerse preguntas y a cuestionar las cosas.

Las posibilidades de enderezar los problemas medioambientales y otras problemáticas sociales asociadas al desarrollo se ven muy limitadas ante la búsqueda de dinero y rentabilidad como leit motiv exageradamente arraigado en nuestra sociedad en los estamentos de poder establecidos. El dinero parece ser el único lenguaje movilizador de muchas personas y la captación de votos, a cualquier precio, lo es en el caso de los políticos por encima de cualesquiera otros valores. Y los medios de comunicación de todo tipo, movidos por la búsqueda de lectores, oyentes o seguidores, hacen de amplificador de los omnipresentes y destructivos fenómenos de confrontación y polarización. Por ello, aunque de todo hubo, mi observación me llevó a ver un moderado pesimismo como sentimiento más dominante, si bien siempre todos con ganas de convertir el pesimismo en actitudes más positivas y optimistas.

La opinión de los más jóvenes ayudó a la comprensión por los más mayores de que el problema de la eco-ansiedad no debemos mirarlo específicamente centrándonos en el tema medioambiental, pues ello no es más que una manifestación del estado general de desasosiego o falta de sentido que padecen muchos jóvenes, manifestándose en cierta ansiedad crónica que se concreta en unas otras inquietudes. 

En gran medida, los conversadores estimamos que la vida de los jóvenes aun cuando  pueda parecer más fácil en algunos aspectos, resulta verdaderamente compleja y difícil en lo que se refiere a la búsqueda de una trayectoria con sentido para ellos ante la confusa y cambiante realidad en la que viven, en gran medida carente de principios verdaderamente vividos más allá de las apariencias. Los valores tradicionales y la búsqueda de una carrera con la creación de una familia en una cultura del esfuerzo que sirvieron de guía a los baby boomers, parece que ya no tienen igual vigencia y no resultan de fácil aplicación en una sociedad que tiene un complejo y desconcertante funcionamiento en múltiples aspectos.EVC nos regaló una nueva tarde de éxito conversacional de la que todos pudimos salir con el gusto de llevarnos reflexiones vivas para el camino a casa. El mundo no lo dejamos arreglado, pero tenemos la impresión de que con estas buenas conversaciones nos vamos aproximando a encontrar vías para dar unos primeros pasos hacia ello.