En 2019, Foro de Foros ha decidido llevar a cabo un Ciclo de Banca en el cuál se abordará el pasado, el presente y el futuro de las entidades bancarias y que pretenderá hacer reflexionar sobre cuál debe ser el modo de operar de la banca.
Para que puedas forjarte tu propio criterio y conocer la mayor cantidad de puntos de vista sobre este tema, hemos recopilado lo más interesante de las 7 sesiones del Ciclo.
La imagen de la banca ha ido cambiando con el paso del tiempo. Especialmente en nuestro país la imagen de la entidad y de los banqueros ha ido quedando bastante tocada por los casos delictivos de los que ha sido partícipe. La reputación de la banca pasa por uno de sus momentos más complicados. Además, se le suman otros escenarios hasta ahora desconocidos. La globalización, la digitalización y el cambio en el comportamiento de la sociedad son los principales riesgos que tiene que abordar la banca como empresa.
Aunque cada década tiene sus cambios, la banca por lo general tiene unos principios básicos que no cambian, o que al menos, así consideran nuestros conversadores no deberían cambiar. Es cierto que está sometida a mutaciones y que en gran medida está influida por la política gubernamental. Por ello, no es de extrañar que fenómenos como la globalización, que abarca todos los aspectos de la vida, también modifiquen el funcionamiento de la banca. La primera consecuencia que experimentó el sistema financiero con la globalización fue una interrelación muy rápida e intensa entre los distintos mercados. El mejor ejemplo que muestra la rapidez de estos efectos es la crisis financiera de 2007.
A pesar de los nuevos escenarios nuestros conversadores están de acuerdo en que todo puede solventarse y sobrellevarse a través de una buena gestión. La esencia de la profesión del banquero consiste fundamentalmente en la gestión del riesgo. Además insisten en que cuando han existido crisis financieras la causa fundamental siempre ha sido esto, mientras que otros aspectos han sido meramente complementarios.
Vemos también como es necesaria una nueva formulación del modelo de negocio bancario. En un momento histórico en el que la inmediatez y la competitividad reina en el mercado es cada vez más difícil fidelizar clientes y más para las entidades bancarias. El activo de clientela se irá diluyendo. La fidelidad está sometida al contraste del teléfono móvil y la relación personal se ha diluido, lo que implica un cambio de actitud y de aproximación.
Pero la globalización no ha traído escenarios que tengan que ser necesariamente negativos. La reformulación de las entidades bancarias gubernamentales ha hecho que los bancos ya no dependan exclusivamente de su órgano financiero estatal. Hoy pertenecemos a un conjunto más amplio en el cual compartimos moneda y que puede convertirse en protección en los momentos más duros.
En las siguientes conversaciones iremos viendo más en profundidad los momentos más importantes que ha vivido la banca española en los últimos años y seguiremos reflexionando sobre el planteamiento dado al sistema bancario. ¿Las crisis que envuelven cíclicamente al sistema financiero capitalista están relacionadas con la gestión bancaria o es parte intrínseca del propio sistema?
La expansión internacional se convirtió, para muchas entidades financieras, en una exigencia para poder acelerar el crecimiento, diversificar el riesgo y mejorar la rentabilidad. En un escenario en el que el mercado nacional no dejaba de madurar la apertura al exterior era una opción muy clara. En esta II Conversación Intergeneracional del Ciclo de Banca contamos con Fernando González Urbaneja como moderador. Como Conversadores Gonzalo Tererros, Doctor en Derecho y Ciencias Políticas, economista y de profesional del sector financiero; y Pedro Luis Uriarte, economista que fue Consejero Delegado y Vicepresidente del Consejo de Administración del BBVA.
En un mundo que se globaliza aceleradamente, y que está sometido a un cambio intensísimo, la internacionalización es un “must”, como bien nos explicaron Gonzalo Terreros y Pedro Luis Uriarte. Cualquier empresa que quiera vivir en la economía global se va a tener que internacionalizar. Para que este proceso pueda desarrollarse, Pedro Luis Uriarte nos habla de cuatro justificaciones fundamentales: racional, patrimonial, emocional y defensiva. Quizá la última sea la más representativa, puesto que en un mundo globalizado internacionalizarse es casi una necesidad para seguir avanzando.
En el camino de la Internacionalización se exige contar con al menos cuatro competencias básicas: visión, compromiso, programa y capacidades. Este proceso al ser de transformación comienza, como explica Pedro Luis Uriarte, “por el tejado”. A pesar de ser un proceso casi inevitable para muchas compañías, el proceso de expansión internacional quizá sea la operación más compleja de todas a las que se pueda enfrentar una empresa.
¿Qué motivó la expansión internacional de la Banca Española?
La Banca Española, en los momentos previos a su expansión internacional, se encontraba en un momento de saturación y agotamiento del mercado doméstico, y con mayores oportunidades en otros mercados. Además, se produjo una caída de márgenes como consecuencia de la intensa competencia y de un entorno de bajos tipos de interés.
El proceso de expansión pudo llevarse a cabo, además, por la gran potencia de los equipos de gestión que maneja nuestra banca. La gran cualificación era consecuencia de la rentabilidad comparativa de la banca española, que se encontraba en un mercado altamente competitivo. Además, la tecnología era muy avanzada en banca retail, probablemente la mejor del mundo en ese momento.
Unos balances saneados y capitales robustos permitían “exportar” capital, con un control de riesgos adecuado. El ascenso de la presencia de compañías españolas en mercados exteriores facilitó el proceso de internacionalización. La Banca Española, además, supo aprovechar su posición privilegiada respecto a Latinoamérica. El contexto era de mercados infrabancarizados, con poco desarrollo tecnológico, débil presencia de la banca internacional, buenas perspectivas económicas y alta densidad de población.
Tanto Gonzalo Terreros como Pedro Luis Uriarte fueron participes de aquel proceso de internacionalización bancario a la cabeza del BBVA. Y aunque finalmente resultó satisfactorio, por el camino tuvieron algún que otro desencuentro. “También es preciso asumir fracasos”, comentó Pedro Luis Uriarte, puesto que el objetivo final era la creación de un grupo global multidoméstico, líder en esa área. Y un proceso como este, de transformación, para tener éxito tiene que contar con algún fracaso previo.
Fernando González Urbaneja recuperó una pregunta que nos acompañó en la sesión anterior del Ciclo de Banca. ¿Qué ocurre con la reputación de la Banca Española? Pedro Luis Uriarte fue muy claro en su exposición de las causas. Aunque la crisis de 2008 hizo que la percepción positiva de las entidades bancarias cayese en picado, para nuestro Conversador, ha habido otro factor determinante. La Banca Española ha cometido abusos, y muy grandes. “No puede ser que el presidente de un banco se retire multimillonario mientras el banco que deja ha quedado casi en la ruina”, explicaban los Conversadores.
Es imposible imaginar en la actualidad mercados financieros que no hayan abierto la puerta al exterior. ¿Volveremos a verlo con procesos como el Brexit o con los aranceles que proponen gobiernos como el de Trump?
Los bancos no fueron los únicos responsables. En palabras de Jesús Fuentes: “Se dio una especie de tormenta perfecta para que se produjera esta crisis, y creo que hubo cinco presuntos culpables: la sociedad, los políticos, el sistema financiero, el sistema inmobiliario y el consumidor”. Mientras que para Aurora Fernández, la verdadera crisis fue “de desconfianza y desprestigio social en todo lo que tenía que ver con los bancos y la clase política”.
En cuanto a las medidas correctoras que se tomaron, se concluyó que habían sido buenas en líneas generales, a pesar de los problemas estructurales que España ya tenía y que acrecentaron esta crisis. “España creó en el sector inmobiliario, en los 10 años anteriores a la crisis, más empleo que Francia y Alemania juntas, lo cual nos puede dar una idea de la magnitud de la burbuja inmobiliaria en nuestro país”, sentenció Aurora Fernández.
Nuevos modelos de financiación
La llegada de la crisis provocó el surgimiento de nuevos modelos de financiación, como el shadow banking. “Este modelo de financiación consiste en el sistema de intermediación crediticia conformado por entidades y actividades que están fuera del sistema bancario regular”, afirma Mireia Badía. “Este modelo de financiación ha sido una salida para la banca, ya que le ha servido para evitar la regulación que se le imponía, y al no exigir créditos muy grandes, ha hecho que todo el mundo se pueda involucrar en este mercado”, concluye Mireia.
En definitiva, parece claro que los ciclos económicos son algo difícil de evitar, por lo que puede que tengamos otro periodo de recesión mucho antes de lo que creemos. Por tanto, nuestra labor ante esto es intentar controlar las variables que estén en nuestra mano para no vernos inmersos en una crisis del tamaño de la de 2007, siempre siendo conscientes de que todos tenemos nuestro papel que jugar dentro de este tablero económico.
Se comenzó el debate hablando de la figura del supervisor de banca y cuál es su papel en la época actual dentro del organigrama de la banca española, quedando diferenciado del papel de gestor, que es realmente el que aglutina las responsabilidades. “Podemos agrupar el proceso de supervisión en cuatro bloques: foco de capital, de liquidez, de negocio y de gobierno”, afirmó Eduardo Ávila, quien cree también que la creación de la figura del supervisor único europeo es un gran paso para unificar el trabajo de todos los supervisores de la Unión Bancaria Europea.
Por otra parte, Aristóbulo de Juan fue más crítico con la supervisión bancaria europea. “Las crisis deberían desencadenar una mejora en la supervisión, pero aquí tuvimos hace 10 años una de las mayores crisis y no he visto que la supervisión haya mejorado mucho”, afirmó. Para Aristóbulo de Juan, esta supervisión bancaria se debilitó fuertemente, sobre todo desde finales del siglo XX, por una línea de pensamiento que consideraba esencialmente perversa la regulación financiera.
Ambos Conversadores coincidieron en que el proceso de la Unión Bancaria Europea debe ser un proceso lento, al igual que lo fue el de creación de la Unión Europea, si se quiere que tenga éxito y quede consolidado. Para Eduardo Ávila: “La Unión Bancaria Europea es todavía un proceso incipiente, está todavía en pañales. Si bien es cierto que poco a poco va evolucionando y se van corrigiendo cuestiones, estamos presenciando notables avances”.
“En cuanto al tema de las fusiones, a veces no queda claro por qué se producen, no siempre se cumple la máxima de uno más uno igual a dos, aunque a la larga suelen ganar ambas empresas, pues de lo contrario no se producirían”, afirmó Fernando González Urbaneja. Entre los asistentes a la Conversación, se creó un sano debate, donde se acabó concluyendo que, como en tantos otros aspectos de la sociedad, muchos de los retos pasaban por dar una educación financiera a las personas desde jóvenes, pues es un aspecto muy presente en nuestro día a día que nos daría mucha independencia en la mayoría de procesos que afrontamos.
La percepción que tienen los jóvenes sobre los bancos es un gran problema para estas entidades financieras. Según un estudio de Keepunto, la startup española que ha creado el primer PreBanco para jóvenes de 14 a 24 años, el 70% de los jóvenes tiene una percepción muy negativa sobre los bancos y creen que se benefician económicamente de la crisis. Estos jóvenes, incluso depositarían su dinero en compañías como Google o Facebook antes que en un banco tradicional.
Para Fran Zamorano: “Es muy importante escuchar la percepción que tienen los jóvenes sobre la banca, pero no solo ellos, sino también la gente ajena a estas entidades, ya que no todo el mundo piensa igual que nosotros”. Antes de la crisis, la percepción que tenía la gente de los bancos era muy diferente a la que existe en la actualidad “ya que los banqueros decían de manera orgullosa cuál era su trabajo, sin embargo, esto ahora ya no pasa, pues la percepción que tiene de nosotros la sociedad es bastante peor”.
“En este sentido, uno de los principales problemas que posee actualmente el sistema financiero español es la pérdida de seguridad jurídica. La capacidad de ejecución se ha visto mermada a partir del año 2000, con la nueva regulación. En efecto, la rapidez de los procedimientos y las ejecuciones era tal que la gente era consciente de lo que podía pasar”, según José Manuel Jiménez. Por lo tanto, esto permitía tener un ámbito regulatorio seguro, una aplicación de la norma en los juzgados sin fisuras debido a que “la seguridad jurídica que teníamos antes era una normativa que todos conocíamos”.
Desde el punto de vista de asesoría judicial procesal y recuperatoria, José Antonio García-Argudo señalaba la importancia de la vivienda, destacando que los desahucios no son una labor de las entidades financieras sino de las administraciones públicas. En estos términos, todas las personas tienen que tener derecho a la vivienda, pero no hay que ser ingenuos ni sensibles. “Hay entidades financieras que renunciaron a los lanzamientos. Ha habido cajas de ahorro que renunciaron y que hicieron contratos de arrendamiento a antiguos propietarios, pero lo que no puede esperar una persona es que esté en un inmueble y que ni siquiera pague una renta”.
Se concluyó la V Conversación Intergeneracional de nuestro Ciclo Banca dejando abierto el debate con varios interrogantes: ¿quién va a querer dar hipotecas en un futuro tal y cómo se están desarrollando los acontecimientos? ¿Los medios de comunicación alimentan el debate sobre los desahucios y la ocupación ilegal en lo referente a la reputación de la Banca?
La Conversación estuvo estructurada en torno a cuatro puntos: rentabilidad (tipos, márgenes, regulación…); competencia (nuevos actores, regulación homogénea…); tecnología (costes de transformación, nuevos clientes…) y reputación (ética, transparencia, confianza de los clientes…). Aunque también se abordaron otros temas como el concepto de riesgo o el hecho de que muchas entidades bancarias hayan tenido que cerrar un gran número de oficinas.
“La rentabilidad es el primer reto a afrontar, ya que estamos en una situación que no habíamos vivido en los últimos cuarenta años, con los tipos de interés negativos”, afirmaba Antonio Ortega, añadiendo que las previsiones de los mercados en cuanto a los tipos de interés fueron muy diferentes a lo que ha terminado ocurriendo. Según Eduardo Vioque: “La banca tiene que seguir reduciendo costes y buscar otros modelos de negocios que la diferencien de los nuevos players”. España es el país con la red de sucursales bancarias más densa de la Eurozona, a pesar de las oficinas que se están cerrando.
Si hablamos de competencia, según Vioque: “los nuevos bancos se están acercando mucho a lo que demandan los clientes más jóvenes. Esto, ahora mismo, a la mayoría no les da para equilibrar su cuenta de resultados, pero en el futuro quizá sí”. Sin embargo, para Antonio Ortega el principal rival son las grandes tecnológicas como Apple, que ya tiene su propia tarjeta de crédito o Facebook, quien está intentando poner en el mercado una nueva moneda virtual, pero insiste en que “no se debe olvidar que nuestros clientes son multicanales, por lo que no tenemos que descuidar el servicio que le damos en nuestras oficinas”.
En el ámbito tecnológico, además de tener que estar adaptándose a todas las mejoras que la tecnología proporciona, preocupa también en los bancos el tema de la ciberseguridad. Según Antonio Ortega: “El enemigo no descansa nunca, y está muy lejos de ser ese niño apartado de la sociedad que vemos en las películas de Hollywood. Son grupos criminales con una gran organización”. En opinión de Eduardo Vioque: “No solo se cierran oficinas, que es lo que la gente ve, sino que también se avanza mucho en materia tecnológica. Ahora abrir una cuenta corriente, una de ahorro, tarjeta de débito, dar de alta la banca móvil… te lleva cinco minutos, hace diez años tenías que pasar una mañana entera en el banco”.
Una mala gestión de reputación
En cuanto a la reputación y confianza de la gente en las entidades bancarias, ambos Conversadores coinciden: no se ha sabido comunicar la necesidad de tener un sistema financiero rentable y no se ha tenido toda la información acerca de los desahucios y el tema de las preferentes: “Los bancos estamos suspensos en temas relacionados con la reputación”, sentencia Eduardo Vioque. El Director General de Bankia es consciente de que “es necesaria una transformación del sistema bancario”, sin embargo, afirma que “sigue creyendo en este negocio como el primer día”.
Juan Antonio García-Argudo
A lo largo de todas estas Conversaciones se ha abordado el sistema bancario español desde todas las aristas posibles para dar una visión global del mismo y así poder establecer tanto los errores que se han cometido como los retos a los que deberá enfrentarse en el futuro. Sistema crediticio español, expansión de la banca en el extranjero, nueva regulación para la banca, la ingeniería financiera o el auge de las fintech han sido algunos de los temas debatidos en este Ciclo.
Los ponentes coincidieron a lo largo de la Conversación en que, si bien en la banca se han hecho cosas mal, lo peor ha sido el hecho de no saber comunicar las cosas que sí se han hecho bien, dando la percepción a los ciudadanos de que la banca era la culpable de todos los males de nuestra sociedad. “Me consta que los directivos actuales de la banca española son plenamente conscientes del problema de reputación que tenemos, y que centran sus esfuerzos para solucionarlo. El problema es que no es una cuestión que se pueda resolver a corto plazo, quizá ninguno de los que estamos aquí lo veamos”, afirmaba Alfredo Sáenz. Para José Manuel Jiménez: “La crisis puso contra las cuerdas al sistema financiero español, ya que veníamos de una etapa de bonanza enorme y las entidades financieras habían descuidado el riesgo”.
En este tema de la reputación, Aristóbulo de Juan fue más tajante. Para el Director General del Banco de España desde 1982 hasta 1986: “El problema de reputación se soluciona haciendo las cosas bien, es tan simple como eso. Si no haces nada mal no puedes tener una mala reputación”. Para Eduardo Vioque: “No se ha sabido comunicar la necesidad de tener un sistema financiero rentable para el correcto desarrollo de un país, y eso nos ha perjudicado”. Otros, como Fran Zamorano, ven en el exceso de regulación el problema más importante al que se enfrenta la banca, ya que “no todos los actores juegan con las mismas reglas”.
“Sin embargo, yo quiero hablar también de las cosas positivas – comentaba Gonzalo Terreros –, si hablamos de banca comercial en España tenemos una tecnología imbatible de la que a veces no nos damos cuenta”. Para Eduardo Ávila: “El modelo bancario español ha sido un modelo de éxito que se ha exportado a muchos países. Quizá ahora falta precisamente coger algunas cosas de otros países para mejorarlo, pero no es un fracaso de modelo”. Jesús Fuentes incidió en el cambio de visión que necesita este sistema: “Hay que hacer cosas distintas a las que se hacían antes, ya que el mercado es totalmente diferente y abandonar esa visión a corto plazo por una a medio plazo donde los retos tengan una continuidad”.
Para José García-Argudo lo más importante es analizar de dónde venimos, para así saber dónde estamos y a qué lugar nos dirigimos. Por tanto, ¿Hacia dónde va el sistema bancario? ¿Logrará la banca afrontar el grave problema de reputación que ha menoscabado su imagen a lo largo de los años?
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