El pasado 24 de enero de 2019, Foro de Foros organizó la Conversación Intergeneracional “Senior Economy”.
Los datos demográficos conocidos en estos últimos años muestran que las sociedades actuales están experimentando grandes cambios. En España, la esperanza de los recién nacidos a lo largo del siglo XX ha aumentado más de cuarenta años respecto a sus generaciones anteriores. Con casi tres millones de personas con más de 80 años y cerca de dieciséis mil personas centenarias, ocupamos el segundo puesto en poblaciones más longevas del mundo, teniendo por delante solo a Japón.
Muchos están empezando a considerar que los paradigmas laborales que tenemos ahora están dejando de tener sentido. Mientras que la esperanza de vida sigue creciendo, las fechas de jubilación siguen siendo las mismas. Estamos llegando a un modelo en el que el colectivo de mayores, también llamados seniors, quedan en un segundo plano de la vida laboral y social por falta de oferta ante sus demandas. Tanto como trabajadores, como consumidores.
Para que puedas forjarte tu propio criterio y conocer la mayor cantidad de puntos de vista sobre este tema, hemos recopilado lo más interesante de la sesión.
¿Qué perspectivas aborda la Senior Economy?
Ante la pregunta de nuestro moderador sobre qué entendían nuestros conversadores por senior economy, pudimos observar que encontramos dos vertientes claramente diferenciadas. Cuando hablamos de economía senior hablamos de todo aquello qué ocurre entorno a colectivos que tienen desde 55 a 85 años, aproximadamente. En estos grupos de personas encontramos que lo que había sido el transcurso natural de la vida ha ido cambiando.
Los sistemas de pensiones que aparecieron en Europa a principios del siglo XX fueron creados para cubrir las necesidades económicas que tenía la población cuando ya no podían desarrollar su actividad laboral, fruto del envejecimiento. Actualmente nos encontramos con que estos sistemas de pensiones siguen siendo efectivos a las mismas edades sin tener en cuenta que desde los 55 a los 68 años las condiciones físicas han mejorado notablemente.
Ante este nuevo escenario Rafael Puyol nos habla de que existen cuatro ámbitos, donde estos dividendos demográficos pueden encontrar su lugar para seguir siendo productivos. La economía formal, la denominada Big Economy (que consiste en colaboraciones puntuales con la empresa), el emprendimiento y el voluntariado.
Tanto el emprendimiento, como el voluntariado están recogiendo datos bastante positivos y esperanzadores. Los estudios publicados alrededor del emprendimiento senior demuestran que se están alcanzando éxitos por encima del emprendimiento juvenil. Además Rafael Puyol nos explicó cómo la actividad de SECOT, asociación dedicada al voluntariado de seniors en el ámbito empresarial, ayudó en 2018 a llevar acabo más de cuatro mil asesorías que constituyeron 130 empresas y 240 puestos de trabajo.
Para abordar estos nuevos retos es necesario que cuatro grandes bloques comiencen a trabajar en ello. La administración pública debe involucrarse más y poner facilidades. Los sindicatos, por su parte, deberán ahondar bien el tema para que su primera reacción sea oponerse. Además, las empresas tienen que empezar a plantear un cambio en las contrataciones en las que den espacio a los seniors. Y serán los propios trabajadores los que deberán estar de acuerdo en ampliar su actividad laboral.
Otro de los grandes retos que plantea el aumento de los grupos sociales mayores de 55 años es el consumo de dicho sector. Los seniors tienen unas demandas específicas que ni el mercado ni la administración pública están sabiendo abordar. Benigno Lacort, nos alerta de que España tiene los recursos suficientes y las infraestructuras necesarias como para abordar las demandas que plantean estos colectivos. No podemos esperar a que alguien desarrolle toda una red de servicios cuando podemos hacerlo y ser pioneros nosotros mismos. Además, contamos con una población que no cuenta con formación específica que podría encontrar una oportunidad en el sector servicios, turismo y acciones relacionadas con los cuidados.
El envejecimiento y la cada vez más baja tasa de natalidad está haciendo que nuestra sociedad tenga enfrente un escenario que debe abordar cuanto antes para poder seguir avanzando. A pesar de que el aumento de la vida laboral pueda parecer coherente debido al aumento del envejecimiento poblacional ¿es aplicable a todos los sectores? ¿Es una medida efectiva para abordar el problema de las pensiones o un mero parche?
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