El pasado 6 de noviembre de 2017, Foro de Foros organizó la Conversación Intergeneracional “Quien no computa, no compite».
El desarrollo tecnológico nos ha permitido aumentar exponencialmente las posibilidades de conocer el mundo y permitir la continua evolución del ser humano. En esta tarea de investigación ha tenido un papel fundamental la supercomputación; y qué mejor que conversar sobre sus orígenes y sus metas de futuro con Mateo Valero, Director del Barcelona Supercomputing Center (BSC) – un centro de referencia a nivel mundial.
Para que puedas forjarte tu propio criterio y conocer la mayor cantidad de puntos de vista sobre este tema, hemos recopilado lo más interesante de la sesión.
Una supercomputadora es una red de computadoras integradas para aumentar su rendimiento, donde se reduce al límite la latencia de intercambio de datos y este se establece de forma constante y a velocidad enorme. Todo ello permite a los expertos generar un entorno de investigación único para sus experimentos.
Para avanzar, el mundo requiere de tres elementos:
El sector de Supercomputing ha avanzado muchísimo desde mediados del s. XX gracias a la revolución en un elemento clave como el “Transistor”, los desarrollos en la estructura ADN y la puesta en marcha de la Inteligencia Artificial. Gracias a este progreso constante hemos sido capaces de incrementar la velocidad del procesador de realizar una tarea por segundo a realizar 10^17 por segundo!
Dentro de la investigación existen muchísimos tipos de problemas a resolver y, dependiendo de la complejidad de los algoritmos y las necesidades de velocidad de proceso para obtener resultados óptimos, se debe escoger la estructura computacional más adecuada.
El BSC lleva más de 13 años ofreciendo el servicio de su supercomputadora Marenostrum (actualmente en funcionamiento su cuarta versión) tanto a grupos de investigadores como a empresas privadas para proyectos relacionados con las Ciencias de la Computación, las Ciencias de la Vida, las Ciencias de la Tierra y la Ingeniería. Actualmente están trabajando en el desarrollo de la medicina personalizada, el banco de análisis de ADN, el cambio climático, la inteligencia artificial, entre muchos otros…
La Institución consigue financiarse gracias a la Administración Pública, pero sobre todo en la participación en Consorcios a nivel europeo y a los réditos conseguidos en los proyectos de empresas privadas. Mario ha remarcado la importancia de la “colaboración con otros centros para competir mejor”; el brainstorming conjunto permite a los expertos de cada centro seguir con sus propios desarrollos.
Para terminar, nos adentramos en vistas a futuro y sus implicaciones éticas. La evolución ha permitido el diseño de herramientas tecnológicas que nos facilitan el día a día, siendo las máquinas resultantes unas auténticas expertas en su campo. Todo ello, ha llevado a algunos expertos a hablar de llegar a un hipotético punto de “Singularidad”, donde la progresión del proceso tecnológico se vuelva incontrolable para la civilización, es decir, las máquinas dotadas de Inteligencia Artificial pudieran “automejorarse” sin control sobre sus consecuencias. En este punto, Mario se muestra contrario indicando que es muy difícil llegar a la Singularidad, pues: por un lado, las máquinas son grandes expertas solamente en el área para la que se ha diseñado pero no hay expectativas de que puedan conseguir sentido común, y por otro lado, hay límites físicos a la evolución (especialmente en el hecho de multiplicar la velocidad de los procesadores). Aún así, una cosa está clara, las herramientas tecnológicas nos permiten mejorar como sociedad y como individuos.
Si quieres disfrutar de esta Conversación Intergeneracional, te dejamos la Galería de Fotos.
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