Pascual Sala - Actualizar la Constitución. Oportunidad y riesgo

En sus tres largas décadas de existencia, la Constitución Española de 1978 sólo ha tenido dos cambios en su articulado. Uno de ellos, en 1992, fue el artículo 13.2., relativo a la concesión del derecho a ser votados los ciudadanos extranjeros residentes en nuestro país, y otro fue en 2011, en concreto el artículo 135, a raíz del principio de estabilidad presupuestaria que a partir de entonces se garantizó constitucionalmente. Ante los múltiples retos a los que se enfrenta hoy España, ¿es suficiente dejar la Constitución como está, aplicando la Carta Magna en cada caso que estipule, sea cual sea la dificultad que aparezca y a la que ésta dé solución, o bien, por el contrario, es momento ya de afrontar con naturalidad, a través de la reforma, los conflictos que se entiende que atenazan al país, y que la propia Constitución no previó?