Los valores y la juventud

El vestuario de un club de futbol es como una empresa con unos empleados algo especiales; los jugadores. En ambos escenarios lo que más influye día a día son las relaciones personales. Es complicada la gestión de miembros de un equipo por qué ningún manual explica cómo abordar las situaciones que ocurren a diario, situaciones de las que puedes salir reforzado. El éxito de un dirigente se basa en que le crea su equipo. Si tienes buenas relaciones personales y sabes hacer las cosas bien, tienes más cerca el éxito. Una receta a aplicar; motivación, evolución, ambición.

Es muy importante educar en admitir la derrota, saber gestionar la riqueza y la pobreza. Los éxitos pueden llegar a suponer más problemas que gestionar los fracasos.

En puestos de responsabilidad pública hay que tener los mismos valores en privado, y la juventud actualmente no solo copia la forma de celebrar un gol, se imitan gestos y actitudes. El factor emulación hay que tenerlo siempre presente. Cuando tienes la suerte de recibir en herencia algo que funciona, aplica la siguiente forma de gestión: si funciona algo, no lo cambies. Hay que darle continuidad a las cosas para que puedan ser interiorizadas.

Convivir entre varias generaciones es muy gratificante, la edad no es ningún mérito, por eso se debe prestar mucha importancia a aspectos atemporales como son la educación y el respeto. Las mejores personas son aquellas que ven lo inmaterial más allá de lo material. Se debe valorar la sencillez, el mejor discurso es el que se ofrece con la ejemplaridad del día a día.

La generosidad es rentable.

Disfrutamos de una conversación basada en valores como humildad, sencillez, transparencia, ejemplaridad, responsabilidad o  respeto. Terminamos subrayando la siguiente reflexión: uno de los mejores principios a aplicar en la vida es emocionarse, hay que hacer todas las cosas con emoción, en el fútbol y en la empresa.