Iñaki Ortega - La nueva generación de emprendedores

Los “Millennials” son los treintañeros nativos digitales que se han incorporado al mundo del trabajo, tanto en las empresas como en los negocios propios, en plena recesión. Es la generación que no ha vivido más que la crisis económica. Para ellos, la crisis forma parte de su vida. Los “Millennials” incumplen por completo el estereotipo “ni-ni” de una amplia capa de la juventud en nuestro país (“Ni estudian-ni trabajan”). Por ese motivo, así como por sus propias características vitales, la creatividad, la colaboración, la ciencia y el cambio (las cuatro “C”) son el leitmotiv de su existencia. Y asimismo, no hay think tank que no esté pendiente de lo que los “Millennials” hacen, ni “focus groups” corporativo que no sigan las tendencias que aquellos ponen en marcha. Sin duda, se comentó, ellos representan una fructífera realidad dentro del tejido productivo español.

Sin embargo, pese a la creciente relevancia de los “Millennials” -dominados por un permanente inconformismo creativo con resultados positivos, tal como se apreció en los diferentes casos concretos que se analizaron en el Seminario Permanente 2020 (impresión digital 3D, financiación alternativa de pymes, derecho tecnológico), no obstante, ¿existen instrumentos financieros que en España puedan reducir la actual sequía crediticia que afrontan las pymes que constituyen los “Millennials”? ¿Existen ejemplos de tales instrumentos en países de nuestro entorno que puedan servir de modelo? En boca de todos hay herramientas para ello (capital semilla, business angels, etc.) pero aún falta recorrer un largo camino que recorrer si consideramos que una parte de la sociedad – la que posee más recursos- prefiere mantener un talante rentista, en lugar de apostar por nuevos proyectos en gran medida beneficiosos para todos.

Y otra cosa quizá más importante aún: ¿hay un ecosistema favorable al emprendimiento a cargo de los nuevos jóvenes empresarios? Se planteó que sí, que lo hay, ni mucho menos al estilo estadounidense, pero, en cualquier caso, con nuestro estilo propio, con cercanía entre las partes implicadas a la hora de hacer negocios. Hay, además, palancas de financiación pública que funcionan bien (CEDETI). Y un capital humano en alza: no en vano al parecer la mayor parte de los profesores de la Singularity University, de Google, son de nacionalidad española. Nada es imposible, pues; están produciéndose en estos momentos sinergias empresariales e institucionales que trascienden más allá de la propia financiación.

Se reconoció asimismo en el SP2020 que hasta hace bien poco, los altos ejecutivos de la gran empresa desconocían, o al menos, no tenían una opinión clara respecto de los emprendedores, y ni mucho menos acerca del emprendimiento joven. Eran dos mundos aparte. El boom inmobiliario –consecuencia de la tradición rentista- ha conducido a gravísimos problemas dentro del sistema financiero español hoy en vía de recuperación: eso no hubiera pasado bajo un modelo productivo más compensado. Las cosas- se señaló- van cambiando. Ahora aparecen mentores experimentados que descubren propuestas singulares de los más jóvenes emprendedores. Es muy enriquecedor oír a éstos, se advirtió.

Igualmente se señaló que no hay – o al menos no debería haberla- ninguna incompatibilidad entre lo que proponen los “Millennials” y lo que hacen los departamentos en I+D de las grandes firmas: en realidad, vamos a modelos híbridos de colaboración entre ambos sectores.

Por último, en relación al fenómeno de los “Millennials” se dijo que, en sus distintas facetas, se trata de un ejemplo clarísimo de dialogo y conocimiento mutuo entre las diferentes generaciones, que es precisamente el lema bajo el que se convoca el Foro de Foros “Horizonte España 2020” (La Granja, del 5 al 7 marzo 2015). Tampoco hay tanta diferencia entre los veteranos emprendedores y los que ahora llegan: los antecesores también lucharon creando originales expectativas. No se trata de menospreciar lo que se hizo antes. Somos los mismos –se indicó- lo que pasa es que ahora con otras condiciones. Lo que ocurre es que a partir de estos momentos habrá que prestar mayor atención a lo que ocurre – incluso en las grandes firmas- en la sala pequeña del sótano donde un anónimo equipo está inventando el futuro.