Sin móvil hasta los 16

Sin móvil hasta los 16

Sin móvil hasta los 16

Miles de padres se organizan para que retrasemos la edad en que damos un teléfono móvil a nuestros hijos. Su salud está en juego.

Miles de padres se están uniendo en un movimiento incipiente que pretende convertirse en marea. Piden un consenso social para retrasar la entrega de un teléfono móvil a los hijos hasta los 16 años de edad, en contraposición a la extendida cifra de 12 años cuando inician la educación secundaria, o en algunos hogares incluso a los 9 cuando hacen la primera comunión. Una encuesta online de GAD3 sitúa en un 20% los niños españoles menores de 10 años que tienen teléfono móvil propio. Los padres también abogan por reducir drásticamente las horas de uso de estos dispositivos, desbocadas hoy a horquillas que van de las tres a las seis horas diarias o incluso más los fines de semana.

El movimiento de padres se originó en Barcelona y hoy aglutina a cerca de 10.000 seguidores solo en Cataluña en un grupo de Telegram (alternativa a Whatsapp) llamado “Adolescentes libres de móvil”. El reto es mayúsculo, pues el uso de las pantallas está ampliamente extendido incluso entre bebés de menos de dos años, pero el asunto es lo bastante grave como para que tomemos conciencia. Cada vez más estudios indican los enormes perjuicios potenciales que el uso excesivo de pantallas genera en el desarrollo físico, emocional y cognitivo de los niños y adolescentes.

“Llevo 10 años luchando en primera línea contra el suicidio adolescente y he visto que el abuso de pantallas hace que los jóvenes pierdan habilidades para afrontar la vida, ahonda su sensación de malestar y deteriora su salud mental”, resumía un articulo demoledor del psicólogo clínico Francisco Villar en El País, cuya publicación fue la palanca para el surgimiento de estos grupos de padres que ya llevaban tiempo preocupados en corrillos de escuela y amigos.

“Las pantallas les quitan a los niños el entrenamiento para tolerar la espera o la frustración; necesitan esos entrenamientos para la vida adulta”, dijo Villar en una conferencia reciente. “Cuando un niño se aburre hace una propuesta al mundo. La capacidad de un objeto de entretenerme es inversamente proporcional al esfuerzo que tengo que hacer para usarlo. Si solo tengo un palo, lo que pongo de mi cabeza es muchísimo, hay un trabajo mental para hacer de eso algo divertido; cuando tengo una pantalla delante, todo ese trabajo se ha terminado”. Villar pone como el ejemplo la experiencia diaria de las profesoras de educación infantil. “Cuando profesoras que llevan 20 años tratando con niños de cero a tres años nos dicen que los niños hoy no tienen lenguaje, no miran a la cara, tienen un retraso en la socialización, ahí tenemos la evidencia científica, no es una simple encuesta”.

Dos de cada tres guarderías de Cataluña han detectado casos de niños con un retraso global en su desarrollo causado por la sobreexposición a las pantallas, según una encuesta de la Asociación Catalana de Escuelas Infantiles difundida entre sus más de cien centros de primer ciclo, donde educan a niños de 0 a 3 años. Según la encuesta, un 75% de escuelas perciben en niños y niñas un incremento de problemas en el lenguaje en forma de retrasos y alteraciones; un 46% detectan menores con dificultades para comer; y un 42%, problemas de aislamiento social.

El problema se agrava cuanto mayor es el niño. “Cada día, al acabar mi jornada en el colegio donde trabajo como profesor y orientador de Bachillerato, observo con preocupación –y no sin cierta pena– cómo todos los chavales desenfundan sus teléfonos móviles para comprobar las notificaciones de la legión de aplicaciones que tienen instaladas”, dice en un artículo en la revista Ethic el profesor y filósofo Carlos Javier González Serrano. “Muchos de ellos, y se trata de un hecho compartido con numerosos colegas de otros centros, muestran dificultades para dormir, un lacerante nerviosismo si no pueden tener acceso al móvil en cualquier momento o problemas para relacionarse en persona. Se habla incluso del «síndrome de la mirada perdida», en casos en los que ni siquiera se miran a la cara mientras se hablan porque, sencillamente, se están desacostumbrando de hacerlo. (…) Y nosotros, conviene no olvidarlo, somos el ejemplo imitativo que nuestros niños y adolescentes siguen”.

Los datos disponibles de instituciones de todo ámbito son abrumadores. Un informe de la Diputación de Barcelona concluye que el 36% de los alumnos de 4o de ESO utilizan el móvil más de tres horas al día, y un 35% lo usan entre una y tres horas diarias. El uso diario de redes sociales alcanza un 62% en chicos y un 77% en chicas de lunes a viernes, lo que implica un aumento de 20 y 13 puntos porcentuales respecto a los datos de 2016-2017. Asimismo, un informe de la empresa CinfaSalud indica que siete de cada diez niños españoles (71%) comen al tiempo que ven la tele o manipulan una pantalla táctil o el móvil. 

“¿Por qué hemos tardado tanto, se preguntan algunos? Por varias razones: novedad, rapidez de implantación, admiración, resignación, ignorancia”, afirma José R. Ubieto, psicólogo y autor de ¿Adictos o amantes? (Octoedro, 2023), en una tribuna en La Vanguardia. Dice Ubieto que hay dos mitos que han contribuido a postergar este debate: el de los supuestos nativos digitales, que “nos invita a pensar que, si han nacido de lo digital, qué más lógico que se bañen desde el primer día con los gadgets”, y el mito de que la tecnología es neutra, cuando lo cierto es que lo digital “sí toma la iniciativa y nos atrapa con facilidad (notificaciones, scroll infinito, recompensas”. Y se pregunta el psicólogo: “¿No les parece ridículo, entonces, depositar toda la responsabilidad de autorregularse en un niño de 12 años o en sus padres cuando el gobierno más poderoso del mundo no ha podido regular sus prácticas (muchas irregulares y abusivas) de las cinco o seis empresas tecnológicas que controlan nuestros datos?”

La invasión de las pantallas, particularmente el teléfono móvil, en nuestra vida es hoy tan profunda que va a costar deshacer esa madeja que nos asfixia cada vez más, al punto de no dejar respirar a millones de niños y adolescentes. El impacto en sus vidas como adultos será sin duda profundo y tendrá consecuencias imprevistas y sombrías. La reacción de estos padres organizados es un faro, tenue pero esperanzador, en medio del laberinto digital que nos rodea.

Educational Pitch de Foro de Foros

Nuestro principal objetivo es dotar de conocimiento a la sociedad civil siendo puente para el diálogo

Descargar

Compartir :

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

¿Alguna pregunta?

Para más información sobre lo que hacemos, ponte en contacto con nosotros.

¡Gracias!

Sin la colaboración de todos ellos, Foro de Foros no sería posible.

Próxima actividad:

Beers & Movies

25 de junio

Cines Verdi

Días
Horas
Minutos